miércoles, 14 de octubre de 2009

El juego como herramienta educativa

El juego es tan antiguo como la humanidad y surge junto con otras manifestaciones también antiguas como el arte. En el juego se mezclaban simulaciones de actividades cotidianas como el trabajo, las guerras, los ejercicios de caza, etc. En la antigua Roma, a las escuelas se les daba el nombre de Ludus (juego) por la gran aceptación que tenía entre las figuras prominentes de ese tiempo el enseñar a través del juego.
¿Qué es el juego?
El juego puede ser contemplado como el primer acto creativo del ser humano. Varios pedagogos concuerdan en que es un ejercicio natural o artificial con gran valor formativo, en el cual intervienen la atención, la imaginación, la creatividad y estrategias de organización. La Real Academia Española, lo plantea como un ejercicio recreativo sometido a reglas y en el cual se gana o se pierde.

Huizinga (1987), define de forma general el juego como una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría.

Cagigal (1996)), lo define como una acción libre, espontánea, desinteresada y simple que se efectúa en una limitación temporal y espacial de la vida habitual, conforme a determinadas reglas, establecidas o improvisadas y cuyo elemento informativo es la tensión.
Varios autores coinciden en una serie de características representativas de lo que es el juego:
  • El juego es una actividad libre; un acontecimiento voluntario, nadie está obligado a jugar.
  • Se localiza en unas limitaciones espaciales y en unos imperativos temporales establecidos de antemano o improvisados en el momento del juego.
  • Tiene un carácter incierto; al ser una actividad creativa, espontánea y original, el resultado final del juego fluctúa constantemente, lo que motiva la presencia de una agradable incertidumbre que promueve el interés.
  • Es una manifestación que tiene finalidad en si misma, es gratuita, desinteresada e intrascendente.
  • Es una actividad convencional, ya que todo juego es el resultado de un acuerdo social establecido por los jugadores, quienes diseñan el juego y determinan su orden interno, sus limitaciones y sus reglas.
¿Qué aporta el juego al proceso de enseñanza?
El juego puede ser visto como una estrategia de esparcimiento o herramienta para el ocio, en lugar de que ser contemplada como un apoyo para el proceso de enseñanza – aprendizaje. Entonces; ¿cuál sería la aportación del juego a la sala de clases? El aporte significativo que hacen los juegos didácticos al proceso de enseñanza, es fundamentalmente el entusiasmo que se impregna mientras se aprende, sepultando de este modo el mayor obstáculo de este proceso: la apatía y la indiferencia por parte del estudiante hacia lo que hay que aprender.
¿Qué ocurre normalmente en la escuela?
El maestro provee ayuda anticipada, muchas veces dice prácticamente todo el razonamiento que el alumno debió hacer por su propia cuenta, cerrando así el paso al desarrollo de la potencialidad cognoscitiva del estudiante y habituándolo a trabajar poco y con baja tensión mental.
A través de muchas generaciones el proceso educativo se ha dado en un ambiente que propicia la pasividad, limita la capacidad del estudiante de profundizar por su propia cuenta en lo desconocido y minimiza el desarrollo de habilidades. Todo esto trae consigo desinterés, desmotivación, fracaso escolar y hasta deserción.
La base de todo conocimiento humano es la actividad, el juego como actividad bien pensada en cuanto a objetivo(s) que debe(n) ser cumplido(s) suscita la aspiración de conocer lo nuevo de inmediato.
Beneficios de la integración del juego al proceso de enseñanza - aprendizaje:
  • Los juegos didácticos constituyen una vía para estimular la actividad cognoscitiva e influir en el desarrollo multifacético de la personalidad.
  • En el juego el estudiante comprende la particularidad de su individualidad humana, llega a conocer sus potencialidades y lo que se logra avanzar cuando nos alimentamos de otros y no contamos solamente con nuestros propios esfuerzos (Trabajo en equipo).
  • El juego ejercita la comunicación con los compañeros y propicia de esta forma una actividad de colaboración e intercambio mutuo, así como aumentar la capacidad laboral.
  • El juego vincula el aprendizaje con las emociones e intereses.
  • Los juegos representan una pausa en la rutina regular de la enseñanza de las clases, presentándose como alternativa motivadora y retante.
  • Aprender requiere de esfuerzo por parte de los estudiantes y el juego ayuda al estudiante a mantener y promover el entusiasmo por aprender.
  • El juego puede ser utilizado para proveer práctica en diversas destrezas – matemáticas, escritura, lenguaje, escuchar, leer, razonamiento, historia, entre otros.

Vygotsky, concibe el juego no como el simple recuerdo de lo vivido, sino el procesamiento creativo de las impresiones vividas, su combinación y construcción, de una realidad que corresponda a las demandas e inclinaciones del proceso de enseñanza - aprendizaje.

El estudiante dejará de ser un mero espectador de los acontecimientos, para convertirse en participante activo en el curso de los mismos.

Algunos enlaces con ideas para juegos educativos: